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Rebobinando el cuerpo, reconectar con el placer tras una ruptura

“Aquello que hace daño no es la pérdida del ser amado, sino el hecho de seguir amándolo más intensamente que antes cuando lo sabemos irremediablemente perdido…”



Por Garuda



Llevamos casi dos años dentro de esta locura que ha sido la pandemia por Covid-19, ni en nuestros sueños más locos, se nos hubiera podido imaginar a la humanidad metida en sus casas, llena de miedo, pasando por el asombro, el miedo, el pánico, la incertidumbre, la saturación de los hospitales, las cifras de enfermos y fallecimientos que crecían de manera exponencial. Entre otros efectos visibles están la caída de la economía, el desabasto, la inseguridad laboral, las secuelas del Covid, y una lista enorme de situaciones por las que, en mayor o menor medida, hemos pasado todos en estos meses.


Sumando a lo anterior, el hecho de que la oficina y la escuela se fundieron en uno solo. El trabajo desde casa se volvió una constante, las videoconferencias llevaron la intimidad de la casa a la oficina, las fronteras de la privacidad se quebraron y en todo este remolino, muchas personas se dieron cuenta que compartían su vida con desconocidos. Estar veinticuatro horas los siete días de la semana con el cónyuge los puso ante la sorpresa de descubrir que quizá ya no existía compatibilidad ni entendimiento, situación que antes se diluía entre el trabajo y las actividades diarias fuera del hogar en común, la convivencia aceleró los procesos de ruptura. Hubo también quiénes debido al enorme número de contagios, se vieron invadidos por la enfermedad en sus hogares y lugares de trabajo, y con esto llegaron los fallecimientos.


Después de eventos traumáticos y pérdidas el placer pasa aun lugar secundario. El otro día escuchaba el podcast “Se regalan dudas”, conducido por Ashley Frangie y Lety Sahagún, en el episodio especial en el que entrevistan a una sobreviviente del Holocausto, Edith Edger, quién habla de cómo poderte sobreponer ante eventos fuertes en la vida. Lo primero es aceptar tu realidad, porque hay cosas que no se pueden cambiar. Tales como la muerte, las pérdidas, las rupturas entre otras; a partir de ello qué es lo que puedes hacer desde el amor para conectar. Si sientes ese dolor, regresa a ti, amate, abrázate perdónate por no haberte escuchado y ten la seguridad de que estas para ti, de que eres único, única e irrepetible.


En estos procesos de cambio, diría además que, comiences a hacer una lista de las cosas que desde la infancia has disfrutado. ¿Desde cuándo no pruebas tu comida favorita, tirarte al pasto y ver las nubes? Si deseas bañarte en tina, comer helados, tomar la mano de un ser querido, reír con los amigos, disfrutar a tus mascotas, tocar plantas, salir a jugar, no lo postergues.


Haz tu lista personal, y si hay situaciones que ya no puedes recrear, entonces, sustituye el lugar, la persona o el objeto, pero trata de darte esta tarea. Un día a la vez, conecta poco a poco con estas pequeñas acciones que en algún momento te produjeron placer, evoca los momentos y trata de conectar en el presente y cuando puedas disfrutar el primero agradece, mira atrás y siéntete orgulloso de tu avance. No hay pasos pequeños, todos nos sirven para avanzar, y como dicen las abuelas: “hasta una patada en el trasero nos avienta hacia adelante”.



¿Qué pasa cuando la pérdida es de nuestra pareja sexual?, ¿Cómo hacerle para animarnos de nuevo a experimentar sexualmente?, ¿Dónde conocer personas para regresar al ruedo, estando solos si hemos llevado un proceso de vida sexual en pareja?,¿Podemos tener una vida sexual en soledad?, yo creo sí, pero para ello necesitamos hacer algunas tareas básicas y reconocer nuestro cuerpo, conectar con nuestros sentidos escucharnos.


Recuerdo que hace años antes de divorciarme, cuando me tomaban fotos. Nunca salía entera en ellas, mis amigas y yo llegamos a la conclusión de que se materializaba en esas fotos. La realidad que yo vivía en ese momento y era que no me miraba a mí misma. No me veía en el espejo, no me sentía guapa, atractiva, deseada. Mucho menos pensaba poderle gustar a nadie, esta desconexión de mi mente y mi cuerpo, reflejaba esta negación que, yo tenía a disfrutar.


Desde la infancia se nos enseñan buenos modales, tratar bien al otro, ser amables y amorosos con él, pero no a nosotros mismos, la primera vez que escuché la frase “el amor de tu vida eres tu…”. La sentí lejana justo por esta especie de culpa social que se crea alrededor de las personas que son más libres, que se tratan a sí mismas como prioridad se les llama egoístas, cuando en realidad están volteando a mirarse y amarse.


Para comenzar este viaje introspectivo, encuentra un momento del día que sabes que te vas a dedicar a ti, que tengas esa intimidad, que nadie te moleste y haz tu lista de placeres sexuales. ¿Qué es lo que te gustaba en tus relaciones sexuales de pareja? Anota cómo te gustaban las caricias, en dónde, qué te excitaba y comienza por tocarte, en qué lugares sientes placer. ¿Qué tipo de caricias te gustan suaves, intensas, cachondas?, seguramente surgirán placeres nuevos al hacerlo tú porque nadie mejor que tú sabe dónde siente más. ¿Con qué intensidad disfrutas más?, experimenta con el uso de objetos, como plumas, telas, texturas. ¿Qué música te parece sensual y te inspira?, ¿Qué les agrada a tus ojos arte erótico, desnudos, películas, videos?


La literatura erótica también puede ser una inspiración y nos puede enseñar nuevas técnicas y formas de llevar la sexualidad además de que alimentan nuestra imaginación es por eso que se dice que nuestro cerebro es el mayor órgano sexual, pues todo pasa a través de él, aliméntalo a diario, ten una mente abierta y alimenta tu libido con material diverso. El efecto de los libros de Las 50 Sombras de Grey ha hecho que muchas personas se den libertades para probar y experimentar, piensa que haces un mapa de zonas erógenas de tu propio cuerpo. Este mapa será tu guía para auto complacerte.


Finalmente, te diría que pruebes con los juguetes sexuales, aprende de ellos cómo funcionan, en qué zona se pueden utilizar. En https://www.hedonix.com.mx realizan la Experiencia Hedonix, es un espacio privado al que se acude por cita, puede ser que la persona vaya sola, en pareja o con su grupo de amigos. Se les dan unos guantes y se les muestran los juguetes sexuales, se les enseña cómo funcionan y pueden tocar y sentir sus diferentes funciones. Así mismo, dentro de la tienda virtual se encuentra la GALERÍA | Hedonix que contiene arte erótico para quienes requieran estimulación visual y la EROTECA | Hedonix en donde podrás escuchar audios sexuales explícitos.


Lo importante es que cada quién desde su propia singularidad, encuentre esos disparadores de las experiencias sexualmente placenteras y se dé a sí mismo la libertad de probar y experimentar, tenemos derecho a gozar, a disfrutar y a gozarnos y disfrutarnos. No te olvides de lo más importante, de ti.

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